Pedro Barba es una pequeña aldea en la isla de La Graciosa, ubicada en el extremo norte de la isla. Se encuentra a unos 3 km al noroeste del puerto de Caleta del Sebo, que es la principal población de La Graciosa. Pedro Barba es una población de apenas unas decenas de casas. todas de baja altura y de muros muy gruesos. Y, cómo no, debido a lo desértico de la zona, los cactus son la vegetación principal que decora los áridos jardines de las casas.
Se trata de una zona muy exclusiva y muy cuidada también conocida como Casas de Pedro Barba. Es un verdadero pueblo de ensueño cuidado al mínimo detalle.
Pedro Barba se caracteriza por sus casas de estilo tradicional canario, que han sido restauradas y conservadas con gran esmero, lo que les da un aspecto muy pintoresco y encantador. Además, la aldea cuenta con una pequeña playa de arena blanca y aguas cristalinas llamada Playa de las Conchas, que es considerada una de las mejores playas de España.
En Pedro Barba, los visitantes pueden disfrutar de un ambiente tranquilo y relajado, ideal para desconectar del ajetreo y el bullicio de las ciudades. La aldea es también un punto de partida para hacer excursiones por la isla, como por ejemplo a la Montaña Bermeja, un volcán inactivo que ofrece impresionantes vistas panorámicas de La Graciosa y sus alrededores.
En Pedro Barba se encuentra una bonita playa tranquila de 110 metros de longitud en la que bañarte prácticamente solo. Esta tranquila cala de arena y grava, de aguas serenas y amplias dimensiones, brinda la oportunidad de disfrutar de un baño relajante prácticamente en solitario.
La playa de Pedro Barba es una pequeña cala de arena y grava, de aguas tranquilas y de 115m de largo y 25m de ancho.
Pedro Barba está separado por 6 km de Caleta de Sebo, por lo que se trata de una bonita excursión que realizar bordeando la costa.
Es el principal punto de entrada y salida de la isla, ya que es el lugar donde atracan los barcos que conectan La Gracio...
En resumen, Pedro Barba es mucho más que una simple aldea; es un destino único que combina exclusividad, belleza natural y tranquilidad, ofreciendo a los visitantes una experiencia inolvidable en el corazón de La Graciosa.
Los fundadores de Pedro Barba llegaron en una segunda oleada de familias, que decidieron seguir el ejemplo de los habitantes de Caleta de Sebo. Desde los años treinta hasta los sesenta del siglo XX, esta pequeña aldea de casas bajas, de muros gruesos, de luz exuberante y de mar generoso se transformó en un lugar paraíso hacia donde se dirigió la emigración lanzaroteña.
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